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Playas de Lima: historias de desagües y manos sucias

Publicado: 2011-11-08

Corría el verano de 1978, tiempos en que playas como Barranquito, Los Pavos y las Cascadas eran de las más concurridas del litoral limeño; la Herradura iniciaba ya su ocaso, cuya estocada se dio en los 80's cuando el entonces alcalde de Chorrillos intentó construir una vía hacia la La Chira y luego la playa Redondo en Miraflores vino a tomar en parte su lugar como espacio de encuentro juvenil.

En contraste con la popularidad de las costas de Lima como zona de recreación, la información sobre el grado de contaminación de sus playas era más bien poca. Términos como: coliformes fecales, demanda bioquímica de oxígeno, PH, nitritos y fosfatos eran en los 70's conceptos poco conocidos.

Los medios de comunicación no se ocupaban de ellos y en general nadie parecía darle mucha importancia. Casi nadie sabía que los colectores de La Chira, San Miguel y el Callao llevaban los desagües sin ningún tratamiento hacia el mar y lo dejaban en condiciones insalubres. La conciencia del grave problema de contaminación de las playas llegó cuando la prensa, en alianza con las autoridades, empezó a publicar alertas sobre los problemas de salud en el agua e incluso en la arena.

Se intentó hacer algo durante el mandato de Fujimori, pero, oh sorpresa, la corrupción se llevó el dinero. Muchos años después el alcalde de San Miguel se puso "bravo" y logró que se cierre el colector que llevaba los desagües a las playas de su distrito.

Finalmente en los últimos años se iniciaron obras para el tratamiento parcial –y aún no suficiente- de las aguas servidas en los colectores de La Chira y Taboada por lo que pronto debiéramos empezar a ver los resultados con playas más limpias.

Para cuando nuestras playas en Lima estén limpias, encontrarán que ese extenso espacio de recreación pública y de encuentro social ha quedado reducido a su mínima expresión, fruto de la corruptela municipal, de gestiones tan nefastas como la del alcalde Del Pomar de Barranco, la lenidad y en algunos casos complicidad de algunos jueces como el doctor Rosales y la inacción y desinterés de nosotros los ciudadanos incapaces de defender el espacio que es público.

¿Es que no nos indigna que algunos abusivos ocupen el espacio público? ¿Es que estamos dispuestos a ver reducidas las playas que son para todos, sólo para beneficiar a algunos cuantos que hacen su dinero en desmedro de la propia sociedad?, ¿es que no nos damos cuenta que la violencia que caracteriza nuestra sociedad es fruto de la inexistencia de espacios en donde aprendamos a relacionarnos como grupo?

El crecido restaurante Costa Verde de Modenesi –que en los 70's era bastante más pequeño- acompañado de una de las más horribles infraestructuras, aunque quizás la única necesaria del litoral limeño: la escuela de salvavidas de la PNP, quitan la vista a la altura de la quebrada de Armendariz.

Luego Rústica de Mauricio Diez Canseco, conocido como Brad Pizza, completan el primer acto. Vienen luego tres ilegales bloques de vidrio: el primero acaba de ser ocupado por Pardo's Chicken de Arnold Wu, en un espacio que reemplaza al "Sport Point" cuyo dueño es el hijo del públicamente poco reputado Genaro Delgado Parker.

Le sigue la Discoteca Drama, clausurada temporalmente por la autoridad por falta de seguridad, generando la risa impune de sus administradores que aseguran que abrirán de nuevo y pronto.

El tercer acto merece un comentario aparte. El restaurante Cala, de Alfredo Aramburú –Alfredo más arroz– que no sólo redujo el espacio de playa, sino que además tiene una saliente hacia la pista que hace que todos los días miles de vehículos tengan que meterse en un tráfico infernal mientras adentro los comensales y los dueños parecieran sentir que viven en otro mundo o por lo menos en otro país.

De otro lado, el compromiso de construir espigones como parte del acuerdo asumido no ha sido mínimamente cumplido. Este restaurante mereció orden de demolición judicial, lo que me imagino debe haber generado como respuesta de los administradores del local una sonora carcajada.

Es sintomático. Los apellidos de lo que muchos llaman las familias más "decentes" de Lima, tomando el espacio de todos en beneficio propio.

La cereza del cocktail, el premio mayor, la joya de la corona de la corrupción y la impunidad se la lleva la "marina" construida hacia el final de las playas de Barranco para permitir el acoderamiento de yates en desmedro del uso público de la playa.

Ello a su vez ha generado que la estrecha franja de lo que quedaba de las playas de Barranco se llene de piedras, rematando el colapso de este espacio público. ¡Qué acto mayor de discriminación!

El espacio público es vital para la vida en sociedad.  Proteger el ambiente implica proteger la calidad de vida de todos y en ello, en especial, el espacio que compartimos como colectividad. ¿Vamos a seguir aceptando este maltrato a esos espacios? No. Indignémonos y reaccionemos. Es hora de hacerlo.


Escrito por


Publicado en

Manuel Pulgar Vidal

Un colaborador de lujo de Sophimania.pe